Algunos padres están de madre

Sólo hay que caminar por plaza, un cine o un parquecito para rascarte la cabeza en torno a la supuesta crianza que ofrecen algunos padres de este país. Yo sé que no siendo padre hiere mis derecho de expresar mi opinión sobre esto, pero siendo tío a la tercera potencia y viendo lo que logró mi madre con sus tres criaturas, no puedo dejar de cosas que hacen otros padres y mirar al suelo con vergüenza ajena.

Es triste que el único requisito para ser un padre es la habilidad de fecundar un óvulo porque verdaderamente hay momentos en donde quisiera que hiciera falta una licencia para el embarazo. Cursos preparatorios que instruyen sobre la crianza al igual que los ejercicios de respiración que no se sentirán como si ayudaran mucho cuando defecas un coco. El desbalance es increíble y veo como padres se vuelven en déspotas de la crianza o en víctimas de la furia de las perretas. O resuelven todo con un manoplazo o dependen de los time outs y en darle lo que pida el niño sin aportar nada a su carácter. Cierto, más fácil dicho que hecho, ¿pero en serio que la única respuesta que voy a recibir es que no entiendo porque no soy padre? Sí, reconozco que hay chiquillos que son difíciles, pero tienen que haber mejores maneras de educar a éstos chicos.

Por un lado, los padres reposteros que reparten más galleta que un enano de Keebler. Perdóname, pero una galleta a tiempo sí puede salvar a un niño de malos pasos, pero una sobredosis le enseña que violencia física tiene efectos y rinde resultados. Las relaciones se cortan y en donde se supone haber amor, hay resentimiento y odio.

En la otra tangente están los padres tan pendangos que dejan que un hijo le grite en público y hacen suficientes cosas para demostrar por qué no es buena idea dejar un hijo más tiempo en una égida infantil que con su familia. Después en el cine haciendo alboroto y no tienes ninguna crítica constructiva como por ejemplo que se calle la dichosa boca y se comporte? ¿No? ¿Nada? Qué bonitoo.... Así cualquiera es padre o madre. Si el único requisito es cargar la bola de bowling y luego depositar la criatura al mundo para lloverle con juguetes, dinero, dulces y lo que pida contar de que se calle, pues no le va a ir muy bien en la vida y peor aún, yo me lo tendré que calar en un cine cercano o en un avión en donde demuestra que las regulaciones de los aviones no le aplican a mascotas infantiles, porque así mismo los tratan sus amos/padres.

Simplemente pienso que tienen que haber mejores maneras de criar, pero con el calibre de egoísta que rige las tierras del área metropolitana, no me debería sorprender... y en realidad no me sorprende... pero si me decepciona.

En última instancia, creo que mi sentimiento se puede resumir haciendo una adaptación de un lema pasado de la Universidad del Sagrado Corazón:

Padres defectuosos, hijos defectuosos.

Ojalá se ponga de moda romper este ciclo.