Se le fue el Kayak

Pensando libremente, sin presiones políticas, opiniones imperialistas ni intereses económicos, a la verdad que me parece que Tito Kayak debería coger un buche, tomar unas vacaciones y dejar de ser un roba cámara. Hace un tiempo ya me está que más que nada, es por fama que hace sus protestas. Ya el mensaje que pudo haber tenido en algún momento se ha evaporado. Porque si fuese por hacer una diferencia, ¿dónde estuvo el querido Kayak al derramarse petróleo a las costas de Cabo Rojo? ¿Dónde está Tito reclamando los derechos de las mujeres y los homosexuales que son tan boricuas como él y que sufren abusos a cada esquina? ¿Dónde estaba el prócer Tito cada vez que un hospital vertía desperdicios biológicos en fuentes fluviales y caños?

Bien simple. Estaba lejos de esos verdaderos problemas porque no tienen la atención del público y por ende, no vale su tiempo ya que no le dan esos titulares que tanto atesora. ¿Hay una huelga? ¿Hay un paro nacional? ¿Suben el precio del Teodoro Moscoso? Pues ahí está él porque eso sí es noticia y eso sí vale la pena. ¿Están haciendo un hotel que está aprobado? Pues vamos a reclamar que derrumben el edificio y cien otras cosas que no hacen sentido y le quitan credibilidad a personas que sí aman esta isla.

Por esto no me refiero a los independentistas, macheteros y compatriotas de la República de la Universidad de Puerto Rico que con sus barbas mal atendidas, ojos de yerba buena y camisas del Ché opacan a los estudiantes que si tienen el deseo de obtener lo mejor por sus compañeros y tienen dos dedos y medios de frente en un intento fútil de combatir el .35 de frente que tiene el resto de los neandertales artísticos, que por cuan creativos se pongan sus mensajes, continúan demostrando que no tienen idea de ni por qué se quejan.

El Kayak saca a relucir lo peor de un independentista. De ser alguien que podía hacer una diferencia, se ha vuelto un Toño Bicicleta de la ignorancia socio política de este país. El problema es que para una verdadera revolución, se requiere acción y verdadera acción. Por acción no me refiero a comprarte un semí, que te pintes de brujo y que proclames la protección de nuestra versión de Pandora después de ver Avatar quince mil veces. Me refiero a salir y votar por los mejores candidatos, me refiero a no ser un puerco y botar la basura donde va y a reciclar cada vez que se presente la oportunidad, me refiero a darle la mano a alguien que necesita ayuda, me refiero a exigir un programa de rehabilitación de adictos en vez de mera relocalización, me refiero a ganarte la vida y no pretender que te la regalen, o peor, que te la bequen aunque no te la merezcas.

Este país tiene problemas que ni botando y aún así estamos mejor que muchos otros sitios y no sólo porque tengamos la libertad de escoger entre Burger King y McDonald’s. Hay problemas de corrupción, hay problemas de educación, hay problemas de información y hay problemas de administración. Hay problemas de todo tipo y lo menos que nos hace falta es que un ridículo se pare sobre un puente reclamando sobre nuestro derecho de no pagar tanto por un peaje.

Me parece que hay problemas más importantes que ese, aunque reconozco que es pura opinión.